¿A quién estás ayudando?

Esa es mi duda. ¿A quién le ayudan tus gritos ahora mismo? ¿A quién le ayudan los memes ignorantes que comparten los chairos en Facebook? ¿Te ofende que use el término chairo? Porque tengo otros, ¿qué tal oportunista, mamador y falso?

Te estoy hablando a ti, godínez promedio que aprovecha las tragedias del mundo para demostrarle lo listo que eres a la gente que dice Facebook que son sus amigos. ¿A quién estás ayudando? Andas por el mundo a la defensiva, siempre tenso, buscando un pretexto estúpido para ofenderte, una oportunidad para desenmascarar la supuesta hipocresía de gente hipotética que inventaste para tener a alguien quién odiar. ¿De qué color debes tener el corazón para que el dolor frente a la tragedia te ofenda?

Adivina qué, activista de starbucks. Murieron más de cien personas y hay un país en estado de emergencia. Esta pesadilla no se trata de ti y a nadie le importa tu opinión porque no sirve de nada. ¿Por qué no mejor vas a un funeral ajeno a demostrarle a la gente cómo armas un cubo de Rubik?

¿Sabes qué es lo peor? Que ni siquiera es tu opinión. Todo el odio y la ignorancia que regurgitan tus redes es obra de alguien más. Tu muro de Facebook es una antología de pendejos vociferantes y lo que escribes de tu ronco pecho es un cover mal cantado de este concierto de asnos. Sólo opiniones equivocadas sobre temas que no entiendes. En algún momento decidiste que Facebook era mejor que tú generando opiniones y lo dejaste tomar el puesto.

“¿Cómo pueden preocuparse por Francia cuando en México también hay muertos?” dijo algún pusilánime. ¿Qué tal si me duelen los dos, pedazo de imbécil? ¿Qué tal si encuentro ambas situaciones trágicas y reacciono frente a ellas como un ser humano? ¿Me vas a dar permiso o hay una prioridad que debo seguir, oficial? En el mundo perfecto de estos idiotas, la gente bosteza frente a las noticias y dice “no me importa, en mi país hay más muertos”.

¿Conoces a algún familiar de las víctimas? Si no, ve y busca a uno. Dile en su cara que la tragedia de su país no te mueve porque un video pretencioso de Youtube te hizo más listo que el chairo promedio. Diles que tú no los ves a ellos como humanos, que los ves como pretextos para el análisis político más inútil de la historia. Diles que todos los mexicanos que le han mostrado apoyo son unos pendejos y que todos deberíamos estar marchando por Ayotzinapa.

¿Cuántos eventos van que cambias tu foto de perfil en solidaridad con las víctimas? ¿Ya te llegó tu medalla? Ya tienes toda una galería de tragedias traslúcidas que cambian el color de tu rostro sonriente, como un psicópata.  Nadie pidió tus oraciones y buenos deseos. Tu lástima no arregla nada. Tus soluciones para este conflicto son tan inútiles como el silencio porque ni siquiera la gente encargada de resolverlo sabe qué hacer. Admite de una vez que haces esto por ti, para verte mejor, porque crees que la sangre es un cosmético.

Es normal. Esta rabia y esta impotencia son normales, que nunca se nos olvide.