Esta será una lectura difícil, pero créanme, estoy de su lado.
La izquierda mexicana anda más idiota que de costumbre. No obstante, y a pesar de los chistes sobre el presidente analfabeta, el gobierno de Peña Nieto ha logrado aprobar reformas que otros gobiernos ni siquiera se atrevían a mencionar.
No vengo a decirles que Peña es un pendejo, que los medios están vendidos o que la revolución será tuiteada. Los ideales que tengan son suyos, quizá hasta sean correctos y no hay nada que yo pueda hacer al respecto, pero les explicaré por qué los están defendiendo mal… ¡Con ciencia!

 

“¿Para qué votar si todo va a seguir igual?”


¿Has oído a alguien decir “si lo vas a hacer mal mejor no lo hagas”? ¿Han oído al pedazo de basura que alardea de nunca dar limosnas porque los niños pobres seguro se lo gastan en alcohol? Ambos son víctimas de la misma condición que nos lleva a rechazar a todos los políticos, a pintar pitos en la boleta electoral o simplemente a no ir a votar.

Sí, hay gente que ha escrito su tesis en Facebook sobre por qué el voto nulo sirve de algo, pero aún cuando escogemos no votar, o votar por Batman y Robin, estamos escogiendo el camino de la apatía. Votar por un gato es un mal movimiento si realmente buscas un cambio de régimen, pero por alguna razón a mucha gente le parece buena idea.

Te estoy viendo a ti, Morris

Te estoy viendo a ti, Morris

 

La ciencia

Le llaman “la Falacia del Nirvana” y es el error lógico en el que comparamos las alternativas reales con las alternativas ideales. “No votes por ratas, vota por un gato”, etc. Ok, se los compro, cada político en la boleta puede tener un oscuro pasado y votar por cualquiera es legitimar un sistema que bla bla bla… En un país donde el fraude electoral es casi deporte nacional, tu apatía no legitima el sistema, pero sí lo perpetúa. Peor aún, mientras esperas a que el señor perfecto aparezca en las boletas, te estás negando la posibilidad de analizar las opciones reales, comparar propuestas y eventualmente apoyar al que más se acerque a tus ideales.

Bajo esa misma lógica, bien podrías pasar toda la vida sin empleo porque nunca recibirás una oferta para trabajar en Google; o jamás tendrías novia porque probablemente Megan Fox nunca se fije en ti.

Incluso Megan Fox tiene pulgares raros, eww

Incluso Megan Fox tiene pulgares raros, eww

 

No tenemos una ideología, tenemos un equipo


Si tienes acceso a Internet, seguro has estado en una discusión con alguien de otro partido. Seguro pasaste horas googleando notas del 5antuario y Carmen Aristegui para demostrarle a tus adversarios por qué se equivocaban; pero ellos seguían repitiendo el discurso corrupto de los medios autocensurados. ¡Qué montón de necios!

¿Ves? Argumentos sólidos, no como tu propaganda fascista

¿Ves? Argumentos sólidos, no como tu propaganda fascista

 

Este es un consejo que me habría servido mucho hace un par de años: No lo hagas, no sirve de nada.

¿Has visto esas lonas en la calle que dicen “Yo con AMLO hasta el final”? ¿Viste a esos militantes de la juventud priísta que iban a los mítines con copetes de goma? Ojo, la lona no dice “Yo con AMLO siempre y cuando tenga propuestas sensatas”, dice “hasta el final”. No importa de qué lado estés, no hay nada que puedas decir que haga al otro cambiar de opinión. Jamás leerás una respuesta en Facebook que diga: “muchas gracias, amable extraño en Internet, por mostrarme que mis creencias más profundas estaban erradas. Ahora iré a convencer a mis padres de que son unos tontos.”

¡Gracias!

¡Gracias!

Toquemos el tema del #Posmesalto, porque siento que no tengo suficientes enemigos:

El plan original era un acto de resistencia civil más o menos pacífica que consistía en saltarse los torniquetes para entrar al metro. El Gobierno del Distrito Federal, en una movida maestra que en mi cabeza se siente como un sonoro CO CO COMBO BREAKER, decidió que el día de la protesta, el acceso al metro sería gratis (de nuevo, dejen de subestimar a los malos).

Claro, si alguien no está de acuerdo con la protesta, puede pagar su boleto sin broncas, ¿cierto?

oh, ok

oh, ok

Ese día un hombre fue zapeado por una multitud de protestantes. ¿Su crimen? Comprar un boleto de metro para ir a algún lado. Tal vez iba a una reunión secreta con Mancera, Peña Nieto y Satanás, o tal vez iba a ver a comprarle una flor a su abuelita enferma de cáncer. Los detalles no eran importantes para esa multitud, porque ese hombre era un esquirol, pertenecía al equipo contrario y se merecía unos zapes.
Pero el malo es Mancera porque manda golpear a quienes no están de acuerdo con él, lo olvidaba.

La ciencia

Una teoría reciente, la Teoría Argumentativa de la Razón, sugiere que no discutimos para buscar la verdad, sino para imponer nuestro argumento sobre el de nuestro adversario, para ganar autoridad sobre él. Esto no es culpa nuestra, es de nuestros ancestros. Al parecer, durante miles de años, la teoría de la argumentación humana no ha sido muy distinta de la sección de comentarios de Youtube.

 

Youtube

Youtube

Por eso mientras discutes con algún extraño sobre si Peña Nieto sabe leer, parecerá que tratas de sacar a tu adversario de un error, pero en realidad estás tratando de demostrar tu autoridad y ganar una victoria más para tu equipo.

Las evidencias simplemente no nos harán cambiar de opinión, esto gracias a un bello mecanismo: el sesgo de confirmación. Básicamente estamos programados para recolectar datos que prueben nuestros argumentos (sean de la fuente que sean) e ignorar los que demuestren nuestros errores. Esto probablemente funcionaba durante la edad de piedra, donde si perdías un argumento te convertías en un miembro inferior de la tribu, pero hoy lo peor que puede pasar es que borres unos cuantos tweets y hagas como que esa conversación nunca pasó.

¿Entonces Peña Nieto no mató a su esposa?

¿Entonces Peña Nieto no mató a su esposa?

 

(no) Todo es una gran conspiración


Todos lo sabemos, el partido del León contra el América fue una cortina de humo para que no nos fijemos en la reforma energética.

Ese ni siquiera fue un chiste

Ese ni siquiera fue un chiste

Antes de explicar mi punto, quiero compartirles algo muy personal. Creo que tenía como quince años cuando vi por primera vez esta escena de Mad Men. Yo también me enojaba porque las injusticias sucedían en un patrón tan perfecto que sólo podían ser parte de una conspiración. Luego pasó esto frente a mis ojos y de pronto todo tenía sentido:

“Odio arruinártelo, pero no hay una gran mentira, no hay un sistema. El universo es indiferente.”

 

La ciencia

Es un fenómeno muy común llamado Falacia de la regresión.

Es como un efecto secundario de la conciencia. Como especie, tenemos la tendencia de ver patrones en todo lo que nos rodea, y de hecho es algo bueno. Cuando nos va bien, inventamos cosas como la agricultura y la física; cuando nos va mal, fundamos religiones y teorías de la conspiración.

Lisa lo explica mejor con su piedra anti osos.

El problema es que muchas veces no hay un sistema, no hay una gran mentira. Ustedes han visto a nuestros representantes, esos payasos con sobrepeso que se quedan dormidos en sesión y no pueden ni pronunciar bien una palabra de más de tres sílabas. ¿Los creen capaces de una conspiración nacional?

El universo es indiferente, pero también tonto y codicioso. Durante las elecciones del 2012 los medios de comunicación no apoyaban a Peña Nieto porque fuera más guapo y ellos malvados, no había una gran conspiración planeada por Joaquín López Dóriga.

 

El hombre no puede ni conspirar para hacer una entrevista en inglés. El hombre no puede ni conspirar para hacer una entrevista en inglés

El hombre no puede ni conspirar para hacer una entrevista en inglés.
El hombre no puede ni conspirar para hacer una entrevista en inglés

Los medios apoyaban a Peña Nieto porque era el candidato con más probabilidades de ganar en las elecciones y querían cobrarle un favor. Piensa en todas las conspiraciones que crees ver en marcha en este mismo instante, la mayoría son sólo el resultado de un montón de gente ambiciosa viendo por sus propios intereses.

 

Todos tenemos una doble moral


Todos los hombres somos iguales frente a la ley, ¿cierto? Cada mexicano con vida merece ser escuchado y tratado con respeto.

¿Qué pensarías si alguien te dijera que todos los homosexuales son malvados e ignorantes, que odian a su país y son una vergüenza para todos los mexicanos? Sólo un cretino diría eso.

Ahora reemplaza la palabra “homosexuales” por “priístas”, “panistas” o la afiliación política que más detestes. Si de pronto el argumento te parece menos ofensivo, felicidades, tienes una doble moral.

“Oye, pero la homosexualidad no es una elección y la afiliación política sí”. Tal vez para ti sea una elección, mucha gente no puede darse ese lujo.

I didn't choose the thug life

I didn’t choose the thug life

La siguiente imagen es una de esas cosas que me hacen perder la fe en la humanidad y en esto que los chavos llaman lucha:

 

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Entiendo la intención detrás de este cartón, pero es simplemente ofensivo, hasta clasista. Déjenme ver si entiendo: Esos de ahí no son humanos, son caricaturas, escogieron vestir playeras del América y ver Televisa porque son flojos o intrínsecamente malvados y no les interesa su país.

¿Saben quién más hacía eso? Hitler.

#MeDuelesTercerReich

#MeDuelesTercerReich

Aunque, para ser justos, los estadounidenses también cumplieron con su cuota de racismo durante la guerra.

 

Anti-Jap3

La ciencia

Se le llama Error de Atribución Fundamental y es el combustible de las discusiones más detestables en redes sociales. Es la razón por la cual Ernesto Cordero se burla de los pobres, pero cuidado, es también el mecanismo detrás de la horda digital de godínez que exigen a los marchantes que se pongan a trabajar.

Básicamente ocurre cuando nos falta información sobre el contexto en el que ocurre la aparente maldad de otros y llenamos ese hueco con información de nuestro propio contexto: “Si no tienen pan, que coman pastelillos”.

Por eso resulta tan fácil preguntarse: ¿Por qué la gente ve Televisa? ¿Qué no saben que son malvados? ¿Qué no tienen Netflix? ¿Por qué no mejor leen a Murakami?

Es por ese error de lógica que asumes que el granadero que cuida Televisa y tú están en igualdad de condiciones y por eso está bien aventarle un televisor. ¿Suena ridículo, no? Todos sabemos que el policía hace su trabajo y gana casi el mínimo para mantener a su familia.

“Hubieras estudiado en la Ibero, esquirol.”

“Hubieras estudiado en la Ibero, esquirol.”

Por eso te parece reprobable que haya gobernadores coludidos con el narco, financiando sus operaciones, pero no ves la relación entre comprarle una onza de mota a tu dealer favorito y los descabezados de Tamaulipas. Por eso hay gente a la que no harás cambiar de opinión ni con todos los memes de Peña Nieto del mundo.

“jajajaja”

“jajajaja”

 

Hablando de esfuerzos inútiles…

 

El odio es una droga


A veces me gusta leer la sección de comentarios de las noticias en línea, especialmente cuando me siento con ganas de experimentar pena ajena.

Esto pasa en todos lados. Tengo entre mis amigos de Facebook por lo menos a diez personas que diario comparten, muy enojados, algo que los hizo indignarse. Claro que los títulos en las notas de Proceso no ayudan.

Próximamente, sólo en cines

Próximamente, sólo en cines

 

Es como si sólo buscaran razones para enojarse. Seguro conocen a ese amante de los animales que siempre postea fotos de animales torturados para llamarnos a tomar conciencia de la belleza de nuestros hermanos animales… ¡exigiendo la muerte de otros seres humanos!

Aquí está un comment en un video sobre la muerte de un torero:

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Y uno en la noticia del vato que supuestamente crucificó a un perro. Ésta me parece una joya del odio en Internet:

¡HACEMOS ESTO POR AMOR!

¡HACEMOS ESTO POR AMOR!

Pero supongo que por eso hay un estigma social en contra de Facebook. ¿Qué pasará en otras redes, como Twitter?

oh, claro

oh, claro

¿Quién es esta gente? ¿Son héroes del teclado? ¿Son mártires que deben absorber toda la maldad del mundo para mantenernos a salvo?

La ciencia

Nah, son sólo junkies.

En realidad el odio, o el enojo que sientes al ver a un perrito maltratado, es parte de nuestro instinto de supervivencia, nos prepara para defendernos y libera en nuestro cuerpo dopamina y norepinefrina; el primero es un neurotransmisor relacionado con el placer, el segundo es un analgésico.

Exacto, el enojo es una droga y todos somos adictos.

Pasa igual que con la obesidad: nuestras necesidades de azúcares y grasas han evolucionado mucho más lento que la sociedad y, así como ahora no tenemos correr kilómetros para alcanzar una Whooper Jr., tampoco tenemos que enfrentarnos a un tiranosaurio* para sentir ese rush de dopamina que nos da el odio.

*El autor de este texto no es un paleontólogo

*El autor de este texto no es un paleontólogo

Basta con meternos a ver qué pasa con el mundo. En cada esquina se está cometiendo una injusticia, y cada una es una nueva dosis para nuestras venas revolucionarias.

¿Está mal que crucifiquen a un perro? Por supuesto.

¿Está mal tomar nuestra concepción de la justicia de una película gore? También.

El problema con el odio es que, como adictos, lo vamos a defender. El tipo que supuestamente crucificó a un perro, más tarde se disculpó por las fotos y dijo que sólo se lo había encontrado. Supongo que la gente actuó racionalmente y pidió disculpas:

 

“te saco la verdad a torturas” -Ernesto Tan, 2014

“te saco la verdad a torturas” -Ernesto Tan, 2014

 

Ese, una vez más, es el sesgo de información.

Una vez, al calor de la carrera electoral de 2012, con la sospecha de un inminente fraude electoral, vi una foto de unos empleados del IFE cargando unas cajas de boletas, sólo eso y el caption “Aquí vemos a  unos empleados del IFE cometiendo fraude electoral”. Por supuesto, me enchilé. Creo que hasta compartí la foto, pero luego un amigo me llamó a la cordura y me dijo “dude, son sólo unos empleados del IFE cargando unas cajas. ¿Dónde ves ahí el fraude?”.

No encontré la foto original, pero ésta es igual de incriminatoria

No encontré la foto original, pero ésta es igual de incriminatoria

El odio es una droga difícil de rechazar, pero a veces podemos tomarla por los motivos equivocados. ¿No me creen? Pregúntenle a nuestro amigo:

 

"Presos políticos libertad"

“Presos políticos libertad”

¿Debemos dejar de luchar? Jamás. Sólo hay que pensar un poco mejor las cosas.

Dejen de llamar al presidente “estúpido”, porque luego de que pasara la impensable reforma energética, creo que ha demostrado que no lo es, y no hay peor error que subestimar a un enemigo.

Es más, dejen de ver al gobierno como al enemigo. Seguro hay un modo más inteligente para cortarle el paso a los que quieren hacerle daño a este país. A mí no se me ocurre nada porque sólo soy bueno escribiendo chistes y quejándome de cosas, pero actuar como orangutanes frente a los medios nacionales no ayuda.

Si no me creen a mí, pregúntenle a alguien que sí me crea.

¿Convencidos? ¿No? Entonces escuchen a Slavoj Zizek, que es un tipo más listo que yo y tiene un acento muy divertido: