A los quince años, y profundamente conmovida por la apabullante vivacidad de sus sueños lúcidos y otros momentos (para muchos) casi imperceptibles de la vida cotidiana, comienza como autodidacta a realizar manipulaciones por medio de la fotografía y la pintura conjuntas de manera digital, narrando íntima y quiméricamente todo aquello relacionado a sus creencias, pensamientos, sentimientos y lo que ella interpretaba como su propio papel dentro de la existencia.
Inspirada también por sus inclinaciones hacia la Historia, la Música, la Filosofía, el Ocultismo y el Arte Sacro, a menudo desenvuelve la obra en temáticas relacionadas con sueños propios que interpreta como una vida paralela donde sus acciones y pensamientos reales son reflejados de una manera más esencial; y por otro lado, estrecha personajes mitológicos, espirituales e históricos con sus experiencias personales. Aunque utiliza como cimiento su propia mundología y sistema de símbolos, así como su cuerpo para dar vida a sus entes, ella considera que una vez creados, estos arrancan emancipados de su raíz inicial: “Ellos podrían ser cualquiera de nosotros. Son seres traídos al mundo por mí, pero que eventualmente escapan totalmente de mi poder para ser ellos mismos, en sus mundos, en su circunstancia”.
En el 2007 ingresó a la Universidad Autónoma de Aguascalientes cursando la carrera de Diseño Gráfico. En el 2008 ofreció su primera muestra expositiva denominada La Bitácora Onírica donde mostró las piezas más incipientes de su trabajo. A la fecha ha concretado diversas exhibiciones colectivas e individuales en México y Europa, así como ha sido parte de publicaciones nacionales e internacionales entre las que destacan la revista Cuartoscuro en su ejemplar #110 y Abraxas International Journal of Esoteric Studies ejemplares I y II, procedente de Londres, Inglaterra.