Generalidades:
Un haikú es un poema de 3 versos, de 5, 7 y 5 sílabas respectivamente; su intención es expresar la contemplación del presente (zen) y dar una referencia a alguna estación del año.
En Migala, siempre preocupados por la cultura general de los frikis y los que no, les traemos a los 4 sayayines del haikú, en japonés para que los lean con voz de malo de Naruto y aprecien la cadencia sonora, y en español para que les entiendan. Allá va:
Matsuo Basho (n. 1644)
Fue hijo de un samurái bastante rudo que quiso que entrara al ejército, y entró, pero se dedicó a labores de cocina. Inventó el haikú como tal con su compañerito de juventud y contemplación: Todo Yoshitada. Cuando murió su amigo se dedicó a escribir y viajar como monje errante, se volvió famoso y murió antes de los 60 años.
El viejo estanque;
la rana salta;
plop.
furuike ya kawazu tobikomu mizu no oto
Este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo.
kono michi wa
yuku hito nashi ni
aki no kure
Sobre la rama seca
un cuervo se ha posado;
tarde de otoño.
kareeda ni
karasu no tomarikeri
aki no kure
Se oscurece el mar.
Las voces de los patos
son vagamente blancas.
umi kurete
kamo no koe
honoka ni shiroshi
Caer enfermo durante el viaje
Mi sueño huelga errante
sobre un campo de césped seco.
abi ni yande
yume wa karen wo
kake meguru
Yosa Buson (n. 1716)
Su vida fue un poco más aburrida, siguió los pasos de Matsuo Basho, literalmente. Hizo la misma ruta que el arcano poeta para recorrer los paisajes que aquél había visitado. Luego se asentó en un pueblito, dio clases de literatura, y murió afamado y tranquilo.
Canto lejano de ruiseñor.
El día de hoy también
llega a su ocaso.
ugisu no
koe tooki hi mo
kurenikeri
Blanco rocío.
Cada púa en la zarza
tiene una gota.
shira tsuyu ya
mizu aosagi no
hagi o utsu
Sopla el poniente,
y al oriente se apilan
las hojas secas.
nishi fukaba
higashi ni tamaru
ochiba kanako
Flores rojas de ciruelo;
el sol poniente ataca
pinos y robles.
obai ya
irihi no osou
matsu kashiwayu
Viento del atardecer.
Se ondula el agua
alrededor de la garza.
ukaze ya
mizu aosagi no
hagi o utsu
Kobayashi Issa (n. 1765)
Favorito de la casa, fue un hijo maltratado por su padre; su madre murió apenas era un niñito, y su progenitor se volvió a casar. De esos días, recuerda el poeta “haber sido golpeado más de 100 veces una sola noche”. Después de eso empezó lo feo: lo mandaron lejos a trabajar en un templo budista, donde escribió muchos años, hasta que el padre murió. Issa tuvo pleitos con su madrastra para heredar; se retiró de su trabajo en el templo bastante pobretón; decidió casarse con una muchacha de un pueblo, y a los 50 años vio morir uno tras otro a sus 4 hijos y a su esposa. Volvió a casarse pero se divorció, y lo intentó una vez más pero su casa y su mujer se incendiaron. Pasó sus últimos días viviendo en un almacén sin piso.
Flores de asagao:
la techumbre de mi choza.
asagao no
hana de fuitaru
iori kana
Camina la luciérnaga
evitando
el viento de otoño.
akikaze ni
aruite nigeru
hotaru kana
Ahora que me marcho
entreteneos jugando al amor,
moscas de mi ermita.
rusu ni suru zo
koi shite asobe
iwo no hae
Abriendo los picos,
los pajaritos esperan a su madre:
la lluvia de otoño
ore to kite
asobe yo
oya no nai suzume
La lejana montaña
se destaca en los ojos
de la libélula.
Kuchi akete
oya matsu tori ya
aki no ame
Ueshima Onitsura (n. 1661)
Era hijo de un cervecero, y reconocido desde temprana edad por su lucidez, lo que confirma las tesis dela eugenesia etílica.
Buscaré hilos de voz
en el fondo
de la lluvia primaveral
Harusame no
soko o sagasu ya
koe no ito
Un viento fresco.
Llenando el firmamento,
voces de pinos.
suzukaze ya
kokuu ni michite
matsu no koe
Sueños sin rumbo;
en páramos quemados,
la voz del viento.
kakemeguru yume ya
yakeno no
kaze no oto
Día de primavera,
gorriones en el jardín
bañándose en arena.
haru no hi ya
niwa ni suzume no
suna abite
Frente al jardín
han florecido, blancas,
unas camelias.
teizen ni
shiruku sakitaru
tsubaki kana