No lo tomen a mal, yo estoy muy a favor de que las cosas se pongan de moda. De vez en cuando algún artista comienza a hacer cosas distintas, su obra le gusta a la gente y su estilo se pone de moda; luego el movimiento se desgasta, los artistas que decidieron seguir la corriente se dan cuenta de que participan de un chiste de mal gusto y se van, hasta que queda sólo la gente plenamente comprometida con lo que hacía… y luego uno de ellos hace algo distinto y que le gusta a la gente.
Estas son las fotos de Jaime Ibarra. Hablaré de él en cuanto acabe mi berrinche, o pueden ahorrárselo y sólo dar click a la foto para ver la galería.
Hace un par de años todo el mundo quería ser The Cobra Snake. Hubo una exposición de DFA en Garage (que me gustó bastante, de hecho. Me gustó tanto que al final del post dejo el link) y luego las redes mexicanas se llenaron de fotos de fiestas. Horribles fotos de fiestas cada vez más malas. Lentes empañados, exhibicionistas, attention whores, douchebags en ropa fosforescente y una interminable galería de marcas de agua, todas en reñida competencia por ver cuál era la más fea.
Agradezco que hayan terminado esos tiempos aciagos.
Hoy todo el mundo quiere ser Richard Kern (que nos cae muy bien, nos gusta tanto su trabajo que una vez lo entrevistamos. Dejo al final el link al video).
Redes y publicaciones se han llenado de fotos de chavas: chavas fumando mota, chavas comiendo, chavas jugando videojuegos en consolas desconectadas, chavas en el parque… de algún modo estos fotógrafos contemporáneos han logrado hacer del soft porn un asunto aburrido. No hay nada nuevo, al menos en México, sólo fotos malas en series con títulos pretenciosos y un montón de fotógrafos dándose likes y palmaditas en la espalda.
En un día como cualquier otro, yo no tendría ningún problema. Supongo que abrir una revista gratuita y ver chavas en ropa interior es un placer universal. La bronca viene cuando te dicen que no puedes criticarlo porque es arte, cuando dicen que no hacen cosas diferentes “porque así son esas fotos, como de chavas, ¿sabes?” y peor, cuando uno de estos fotógrafos insiste por correo en que lo publiquemos y no encuentro el modo amable de decirle que está haciendo lo mismo que todo el mundo.
Al grano: Sí se puede hacer cosas distintas, y el siguiente fotógrafo prueba que no es tanto un asunto de forma como de fondo.
Él es Jaime Ibarra, es músico, diseñador gráfico y fotógrafo. Jaime es sinestésico, puede oir los colores. Él se describe como un hombre de imaginación hiperactiva, obsesionado con la belleza femenina y con tendencia a idealizar las cosas. Su estilo se entiende como una mezcla de todos estos aspectos (y una excelente técnica, no lo olviden).
Sabiendo que él es compositor de flamenco y que puede oír los colores, cabe preguntarse cómo sonará el color de estas fotos en su cabeza. ¿Qué tal si la fotografía es para él sólo otro modo de hacer música? ¿Qué vínculos sensoriales comparte la belleza física con la armonía auditiva?
El portafolio de Jaime Ibarra, sí, tiene muchas fotos de chavas pero, implícitamente, extiende un denso velo de duda sobre el modo en que percibimos el mundo y las posibilidades de creación a través de nuestros sentidos.
Más fotos de Jaime Ibarra en su sitio web: //ibarraphoto.com/
La exposición de Domestic Fine Arts de la que les hablamos: //www.garashgaleria.com/set%20the%20happines.swf
Aquí iba a poner la entrevista con Richard Kern, pero la hicimos hace mucho, la acabo de ver y me dio mucha vergüenza. Está mal grabada, la editamos con las patas y preguntamos pura tontería. Si la quieren ver, googléenla, creo que está en Vimeo.