Christoph Niemann es un maravilloso ilustrador del New York Times, al que acabo de descubrir gracias a Imgur, la mejor red social del mundo. He seguido su trabajo un tiempo y había pensado en hablarles aquí de sus ilustraciones, pero hoy descubrí esta pieza de narrativa ilustrada con gifs que se publicó en 2009 en el New York Times. Es maravillosa y creo que todo el mundo debe leerla, así que la traduje para ustedes, y como no hay nada peor que gente aburrida hablando de cosas divertidas, me callo y los dejo con…

 

La crónica de los panditas

Mis hijos creen que pueden esconder de mí su consumo de dulces, pero no reconocen mi ventaja táctica: me confunden con un adulto ignorante cuando en realidad soy un eterno preadolescente. Mi relación con los dulces ha cambiado escasamente desde que yo tenía su edad. Sí, ahora como dulces menos seguido, pero una vez que empiezo, una precisa coreografía sucede.

El primer pandita es el mejor. Luego de masticarlo un poco, la dulzura y la acidez llegan a la lengua y se disparan al sistema nervioso.

El segundo alcanza la cabeza y el corazón, y el tercero se esparce por el cuerpo entero. Ahora, técnicamente, sería el momento perfecto para detenerse.

Oh, el espectro de colores. Yo fabrico acordes y progresiones celestiales.

Como y como; el azúcar fluye; la bolsa se mantiene relajantemente pesada en mi mano.

Cuando llego a la marca de 25 por ciento, observo que las porciones han crecido drásticamente, de un pandita a un puño de ellos.

El efecto del azúcar se disuelve en un duro atolondramiento, como poliestireno que se expande lentamente en el espacio entre mi piel y mis huesos.

Odio los panditas.

Sólo hay un modo de hacer que esta angustia se detenga: Debo terminar el paquete entero, rápido y sin clemencia.

Paso sobre los restos del paquete en medio del aturdimiento. Sólo la acidez de los panditas amarillos puede darme una sensación remotamente perceptible.

Me estoy convertiendo en un pandita, un estado terrible, sólo superado por el terror de darme cuenta…

que de pronto, el paquete está vacío.

¡Oh, no!

Pero espera. La bolsa parece sólo un poquito más pesada.

Cazo al último rezagado. Estoy tan alegre que incluso recurro a mordisquearlo.

FIN

Also, más arte de Niemann

Miren qué maravilla de ilustraciones, esto es lo que quería presumirles en primer lugar. Asegúrense de visitar su sitio y así.