México DF, 2012
Carta de los editores, o algo así
¿Por qué hacer un número de arte latinoamericano?
Hace un par de meses vino René Pérez, vocalista de Calle 13, a la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, a presentar el video de Latinoamérica. Era ya un sentimiento añejo, pero con toda la emotividad del video y después con los comentarios de los asistentes, notamos un claro interés de todos por los problemas políticos y culturales de los demás países de Latinoamérica: el socialismo cubano y venezolano, la izquierda en Argentina y Bolivia, los abusos de los gobiernos de derecha en Chile, en México y la situación puertorriqueña, por mencionar sólo algunos.
Existe la percepción de que los países de Latinoamérica deben preocuparse por su futuro propio, y que una economía de bloque no es más que un ideal romántico. Sin embargo, es obvio que hay una identidad común entre los latinos, una historia en común, los mismos dolores y hasta el mismo porvenir. Pero no existe un espacio para concentrar esas ideas y dar cohesión a las manifestaciones más inmediatas de esta identidad: el arte y la cultura compartidas con sus rasgos particulares.
Por eso, decidimos hacer de Migala una revista de arte latinoamericano. En tiempos de segregación y falta de identidad, una revista que concentrara la gráfica, la literatura y la crítica de la situación de nuestro continente era sumamente necesaria. Quizás no hay un arte latinoamericano, uno sólo, sino distintas islas, pero islas que por debajo del agua están unidas como un archipiélago.
Por eso, en este número nos definimos por completo como una revista de arte latinoamericano. Incluimos un par de cuentos de los mejores narradores brasileños, Rubem Fonseca y João Guimarães Rosa, que hablan del pasado dictatorial en Brasil y su presente. Hay poesía de uno de los mejores poetas cubanos vivos, Waldo Leyva, y mucha poesía, casi a ultranza, más de la que cualquier revista se atrevería a publicar, porque es la voz de un país en distintos momentos de su vida. Hay columnas de cómics latinoamericanos, de identidad y filosofía y de música, además de un reportaje sobre los intelectuales latinoamericanos que tuvieron que dejar su país por conflictos internos y llegaron México a fundar escuelas.
Para la portada teníamos que invitarlo y finalmente accedió: Neuzz, ilustrador y pionero del arte urbano en México, gran ilustrador, siempre fiel a sus ideales. Su obra se lee siempre impregnada de una gran ternura por lo que guarde la tierra más allá de su horizonte; mucho talento, honestidad y un muy particular sincretismo de arte urbano y pensamiento mágico.
No es que estemos muy encabronados, ni que ondeemos la bandera del continente porque sí y ahora Migala sea la revista más seria y roja; sólo es que todo esto existe y necesitaba un espacio para exponerse. Corren tiempos canallas, de mentiras y desinformación. En nuestra visión idealizada de los hechos, lo impreso en papel se piensa un poco más que la babel informativa que vemos diario en redes sociales. ¿Busca un medio de comunicación confiable?, ¿por qué no Migala? Quizá no somos la mejor revista (casi), pero sí la más honesta.
Andréi Peña
César A. Barrios Sánchez
David Enríquez
José Luis H. Juárez Consejo editorial
Literatura – Carlos Jasso
Arte – Humberto Corral Morales
Música – Fernando Victoria
Ventas – Meztli Granados Arte en portada de Neuzz.
Hay que mencionar que este es el primer número de Migala en el que no interviene el Ilustrador anónimo más rápido del mundo. No nos ha contactado, no hay modo de localizarlo y tememos por su seguridad.