Me han invitado a hablar sobre los Ditirambos Dionísiacos, libro peculiar dentro del espectro poético de Nietzsche, pues es el único que decide publicar como un  poemario tal cual. Ya que los Idilios de Messina y Bromas, ardides y venganza,  se encuentran  dentro de la Gaya Ciencia y por lo tanto guardan un nexo de pertenencia con dicha obra. Los Ditirambos sin embargo, aparecen de manera ejemplar y libre, pues son el intento de un autor en determinado punto crítico de su vida, por complementar un proyecto  que lo llevará a inaugurar la metáfora*, como manera de reconfigurar al mundo. Al mismo tiempo que la pondrá en la mesa quirúrgica del análisis filosófico, ya que abrirá ella misma, un espacio para la interpretación. En una primara instancia, la poesía de Nietzsche es lo mismo una explosión de emoción que un proyecto para una hermenéutica fundamental. Giorgio Colli habría visto un acontecimiento entre lo místico y lo patológico en la obra poética de los Ditirambos Dionisíacos, como bien apunta Juan Carlos Prieto Cané, en la introducción que escribe al libro antes citado de Nietzsche. Parece que la poesía aquí abre un escenario mediante el cual, el autor de Así habló Zaratustra se aleja de la lógica formal de la gramática y por lo tanto del proyecto ilustrado**, al que se opone tajantemente. La poesía si bien enmarcada dentro de su propia filosofía, emana en parte del pathos producido por la vida de Nietzsche, ya que no termina totalmente de ser patológica ni  tampoco mística; es más bien una transición que busca romper con viejos moldes, no hay duda de que los Ditirambos son una forma poética trabajada cuyo nacimiento se remonta a la antigua Grecia, en dónde tenían el propósito de servir como composiciones liricas al dios Dionisio, pero aquí en Nietzsche son ya un elemento para romper con los canones de la razón ilustrada, Dionisio llega a las costas de Grecia, para inaugurar un nuevo reino, un  nuevo mundo, Píndaro recita y Nietzsche lo escucha. Habría que destruir este mundo e inaugurar un espacio en dónde la poesía sirva de verdad y nos muestre la realidad tal cual es. Una poesía que se perfila como el origen de lo que más adelante se llamará poesía conceptual, no es de extrañarse que W.H Auden y Yeats tengan influencia de Nietzsche en este aspecto.

Sin embargo será en Rilke en quién encuentra  al mejor de sus continuadores. Je te respire comme si tu étais/ rose, toute la vie, dice Rilke en un poema titulado: Les roses, perteneciente a la trilogía española y al cuál Heidegger le pondrá especial esmero. Efectivamente: Yo te respiro como si tú estuvieras, ya no hechos sino interpretaciones, y es qué como ver la ausencia, como palpar aquello que es efímero, aquello que no termina de entrar en los moldes cerrados de la lógica clásica. Es entonces que queda la sentencia de ¡Solamente loco! ¡Solamente poeta! cuándo dice Nietzsche: <<Tú el pretendiente de la verdad?>>-así se burlaban- / <<¡No! ¡Solo un poeta! Y es que el poeta es aquel que mediante la metáfora abrirá un mundo de interpretación. León Felipe poeta del exilio español, alguna vez en su poemario: Ganarás la luz escribe: Sé que en mi palomar hay palomas forasteras –decía Nietzche-, pero se estremecen cuando les pongo la mano encima”. Lo importante es este fuego que lo conmueve todo por igual –lo que viene en el Viento y lo que está en mis entrañas-, este fuego que lo enciende, que lo funde, que lo organiza todo en una arquitectura luminosa…

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Arquitectura ya de conceptos, de ideas, de visiones. Es por eso que dentro de la filosofía de Nietzsche es importante mirar un poco a la poesía que escribió, pensemos un poco en el filósofo corrigiendo poemas suyos, Ditirambos, en Turín, justo en un momento clave de su vida. Y pensemos un poco en lo que dice en: Crece el desierto: ¡ay de quien desiertos alberga! cuándo escribe: No olvides, hombre, el placer extinto; / Tú-eres la piedra-el desierto, eres la muerte…

A partir de aquí se inaugurará simultáneamente a la idea de poesía conceptual, que cómo hemos visto pone especial énfasis en la metáfora, una tradición genealógica en la poesía. Tradición que llegará hasta Seamus Heany, Premio Nobel de Literatura, él cual en su poema: Digging hablará de su padre y de su abuelo, tratando de rastrear el momento en el que comenzó la vida irlandesa contemporánea. No por nada dice: Between my finger and my thumb/ The squat pen rests/ I will dig with it. Dicho de otra manera, el proceso de la poesía y la escritura sirven para escavar y buscar, para generar una genealogía dentro de la estructura poética. Es increíble ver los alcances del proyecto de los Ditirambos Dionisíacos, pues no solo ocupan un lugar fundamental en el pensamiento de Nietzsche, sino también dan inicio a toda una generación de creadores, que comparten su visión.


*Entiendo metáfora, como la entendía Levinas, en la conferencia del Collége philosophique 26-02-62: “Hay en la metáfora una elevación (semántica) sin que esté implícitamente contenida en su etimología, el paso de un sentido elemental y concreto (terre-á-terre) a un sentido más matizado y más noble>,< un excedente milagroso.”No por nada Nietzsche dice en Sobre verdad y mentira en sentido extra moral que: “Este edificio es, efectivamente, una imitación, sobre la base de las metáforas, de las relaciones de espacio, tiempo y número.”

**Aquí se retoma la idea que otros ya han probado en relación a Nietzsche y el problema de la ilustración, pues bien dice J. Habbermas  en el Discurso Filosófico de la Modernidad justo en Entrada en la Postmodernidad: Nietzsche como plataforma giratoria que: “Nietzsche dirige y aplica una vez más, ahora contra la ilustración historicista, la figura de pensamiento que la dialéctica de la ilustración representa… ” poco antes dirá que esto se da porque: “renuncia a una nueva revisión del concepto de razón y licencia a la dialéctica de la Ilustración”. También es pertinente revisar lo escrito por Nietzsche en El Crepúsculo de los ídolos.