(El paréntesis de El Santo Nerd) 

 Inche chango Priista

Si usted es un asiduo lector de los hechos que publico en facebook, recordará el núm 466 que más o menos versaba así:

 

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Fig. 1. El Hecho polémico

A pesar de que fui claro en el “ Trolleo incluido” me sorprendieron comentarios que repetían lo absurdo de la imagen, y argumentaban exactamente lo mismo -entiéndase el “yo puedo ser inculto, él no” “priista de closet” y demás. Digamos que lo pasé por alto, y me dije a mi mismo: “no, lo más seguro es que ellos tengan argumentos más consistentes, no debes soltar injurias de este tipo”. Pasaron los días y fue ahí cuando comencé a ver imágenes que criticaban a Peña Nieto, desde las que tenían datos verídicos y consignas realistas (un 10%), hasta las que sólo eran una suma de prejuicios, ideas sin fundamento, y críticas que se resumían a:

“pinche Peña eres un puto corrupto, ladrón, mataste a tu esposa y violaste mujeres en Atenco, salinas es tu papá, ah y también eres un pendejo”.

Debo dejar claro antes de que me linche la horda salida del pueblo de los malditos (la misma que pretende linchar a Peña Nieto de forma virtual), que yo no lo estoy defendiendo, las estupideces que ha cometido ahí están y hasta grabadas, oraciones idiotas que documentan a alguien que ha tenido muchísimos errores y sólo por citar el más difundido (el de la FIL), pone en evidencia la falta de cultura del copetón (de paso les recuerdo que López Portillo y Echeverría eran dos sujetos, ASQUEROSAMENTE CULTOS y vean lo que pasó).

Para que usted, estimado lector de bits, no se aburra, iré al grano: El alto porcentaje de las críticas a Peña Nieto (al menos en redes) ya no están fundamentadas en nada realmente serio, todas son un conjuntos de expresiones vacías que nos recuerdan, con una nostalgia sombría, las épocas de la guerra sucia a AMLO.

Y todo esta introducción, sólo es para justificar el título de esta columna, ¿por qué?, se preguntará usted atinadamente, mi estimado devorador de banda ancha, pues porque bajo esta enorme lluvia de mierda (en cualquier dirección), uno no puede salir sin mancharse un poquito, si pones en evidencia -como pasó con el hecho 466-, que quienes critican son igual, o más idiotas de lo que critican, pues inevitablemente habrá radicales, locochones, ofendidos y agraviados (que se pelean con imágenes en internet), que querrán tu cabeza, colgada a lado de la del tan odiado (que desayuna fetos y patea perros según los argumentos actuales) Peña Nieto.

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Fig. 2. El Argumento más recurrente en redes sociales

No Country for moderate man (así, en inglish pa que suene chido)

Si algo me dejan claro las redes sociales (o al menos los usuarios mexicanos de redes sociales), es que la desinformación no es propia de la televisión, como muchos argumentan, sino que se extiende a las redes, pondré un ejemplo: de repente se me ocurre subir un “video” donde digo que el PRI ya pactó con el PAN, y donde antepongo que dicho video, “es el video que no quieren que veas”, lo primero en aparecer son cientos de trolls, con mazos y babeando ira, que repetirán las frases, aprendidas del Troll mayor llamado AMLO, con las mismos adjetivos, “puto, pendejo, maricón, ratero, desgraciados, mafia, bla, bla, bla”, no hay espacio para el diálogo, no hay espacio para analizar lo que se está viendo y decir que es falso. No. Todas son respuestas tan llenas de lugares comunes que llevan al hartazgo, y es ahí cuándo me pregunto, ¿hay lugar para nosotros los moderados?, ¿para aquellos que deseamos analizar la realidad política del país, no bajo nuestra pasión e ideología mal aprendida, sino a través de hechos claros? La respuesta que me han dado, es un “no” rotundo.

No cabe la moderación, cuando lo único que se intercambia (de todos los bandos) son mentadas de madre, no hay espacio para abrir un debate serio, y sólo observas con tristeza como los Pro AMLO, los Pro Peña, los Pro Josefina (los pro Quadri no los menciono porque hasta el momento son una especie inexistente en redes, algo así como los Do-Dos), se atacan con argumentos llenos de desinformación, de teorías de la conspiración, como que AMLO es Chávez, Peña es Díaz Ordaz y Josefina es Calderón en Mujer, nadie investiga de fondo, todos son gobernados por los cientos de imágenes que pululan en sus ya saturados y desinformados muros de facebook, o Tweet Lists, según sea el caso.

Y entonces mi querido navegante noventero de la hipercarretera de la información, sabemos que en la televisión la guerra sucia está con todo (espere los nuevos spots aprobados por el IFE que, en serio, dan miedo), en las redes la guerra sucia es peor (espere una nueva imagen donde AMLO monta a EPN como un burro), y usted está reflexionando su voto, indeciso, por no saber cuál es el mejor (o el menos peor), frente a esto sólo puedo dejar una afirmación en la que creo firmemente como señora guadalupana: “todos son políticos tratando de conquistar votos, todos están entrenados en los engaños, la demagogia, la compra de votos y voluntades, el asunto no son ellos, sino nosotros, que nos dejamos manipular (seducir), independientemente del candidato de su elección, después de este proceso no lo deje ahí, exija y demande, ya sea que gane su candidato favorito o no, el asunto no acaba en la pasión del chinga tu madre, en las desenfrenadas ganas de gritarles “pendejos” a los que no comparten su pasión, el asunto va más allá de la turba electoral.

Y es que en realidad, hacer un tratado sobre los pros y los contras de cada candidato, sería algo de lo más tedioso y aburrido, y en teoría usted debería saberlo, así que sólo puedo agregar que la línea que los divide es mínima, la misma que queda cuando cortas muñecos con la misma tijera.

Repito, no hay lugar para los moderados (al menos no en redes), uno necesita ponerse una camiseta para poder opinar, para poder mentarle la madre a la porra de enfrente, para ser considerado digno, y recibir ya sea el odio, o el reconocimiento de la hoy tan inflada comunidad en redes.

Los moderados no tienen cabida en un espacio donde el que grita más alto “chinga tu madre”, es el vencedor, donde se le llama pendejo a quién decide votar por el candidato de su elección, donde los argumentos surgen del sentido común más básico, manipulado por imágenes tendenciosas que repiten los modelos tendenciosos y manipuladores de la televisión (encuentre el trabalenguas).

No hay lugar para los moderados en redes, no por el momento, quizás lo haya cuando dejemos de ver la política como un partido de fútbol, cuando dejemos de defender nuestra preferencia política, como si se tratara de un asunto de buenos y malos, de enemigos y héroes, no hay colores absolutos, sólo hay tonalidades de un mismo color, aunque varios se esmeren en demostrar de forma casi irracional que, quienes opinan distinto a ellos son pendejos y su mamá no tomó ácido fólico, o que los que NO se unen al linchamiento público del personaje odiado en turno, son apáticos y valemadristas, o que quienes ponen en evidencia la hipocresía y contradicciones de los mismos, son traidores idiotas y vendidos ignorantes.

No pus, así sí dan ganas de debatir, en la tierra donde los moderados son culeros.