Sobre Emergences-Résurgences

Un texto de Adrián Echeverría

Denle reproducir en lo que van leyendo de qué se trata:

¿Cuál es la importancia de la creación de música contemporánea en estos días? Y sobre todo, ¿cuál es la relevancia de la creación de música orquestal? Ya es difícil que se interprete música contemporánea y hablando de la música nueva para orquesta, lo es el doble: no es usual que los patronatos de las orquestas incluyan en su programación música nueva, no solo en México o Latinoamérica, sino también en el resto del mundo. Cada vez es más frecuente que las y los compositores optemos por la realización de obras para ensambles de cámara, solistas u obras electrónicas; debido claro, a una búsqueda tímbrica personal, pero también porque es más sencilla su interpretación.

Incluso para los compositores ya consagrados, la programación de su música es precaria a comparación de sus homólogos románticos y clásicos. Entonces… ¿para qué componer música orquestal nueva? No sé, esa pregunta no la responderé aquí, pero sí hablaré del porqué vale la pena escucharla y exigir su interpretación en nuestras orquestas. Hoy hablaré de una obra que recién conocí: “Emergences-Résurgences” de Michael Jarrell.

“Emergences-Résurgences” nació como una inquietud del autor por componer nuevamente una obra para gran orquesta, de potenciar los sonidos de su imaginario trasladándolos a un concierto para viola y orquesta.

La obra es una clara referencia al arte pictórico de Henri Michaux, sin embargo, la interpretación que se hacen de los dibujos y pinturas de Michaux son sólo un impulso creativo para la creación de la obra, ¿en qué sentido? El autor menciona lo siguiente:

Curvas, colores, claroscuro o líneas enfatizadas; traté de integrar una dimensión pictórica en el esquema de esta pieza y en su realización. Al mismo tiempo, no creo que esto lo convierta en una obra contemplativa. La música, que es esencialmente un arte del tiempo, utiliza en este caso todas las posibilidades dinámicas, con la energía de la línea solista altamente presente desde el principio.

En este sentido es magnifico como el solista (la viola) dibuja las primeras frases de la obra y la orquesta no hace más que acompañar y abrazar armónicamente las resonancias y dinámicas que la viola propone, que la viola traza en el tiempo.

Dibujito de Henri Michaux

Es interesante resaltar que esta idea del tiempo no es meramente metafórica: musicalmente Jarrell utiliza dos niveles métricos, es decir, en un compás simple de 4/4 subdivide cada tiempo en tresillos de octavo, a los cuales vuelve a subdividir en tresillos de 16avo, otorgando una mayor plasticidad en el tiempo y así mismo en la obra, en especial al solista. Como si fuera una eterna cadenza o improvisación de la viola.

Acá esta por si no me cree.

Pensemos en el solista como un personaje, como el protagonista que debe tomar decisiones de hacía dónde se dirige y por qué. En este sentido, la frase inicial de la viola comienza en la nota si, y tímidamente pero de forma enérgica y dinámica se desplaza hacia otras notas, pero siempre vuelve a su nota eje. Estos cambios repentinos y el retorno a su eje es lo que nos hace comprender los caminos por los cuales transita el solista, el cómo se construyen las bifurcaciones que tomará la obra. Es decir, alejarse y retornar a un punto inicial.

…traté de dar forma a las frases musicales, ya que imagino que un escritor daría forma al lenguaje, permaneciendo tan atento al arco mayor como a las inflexiones más pequeñas.

La música contemporánea no son ruidos o sonidos aislados, sino es el resultado sonoro de un proceso imaginativo, que muchas veces está inspirado en la pintura, la literatura u otras músicas. Estos procesos van más allá de la melodía, el tiempo o la armonía, ya que buscan expresar con fidelidad los sonidos que solo habitan en la mente de las y los compositores.

Los procesos siempre se desarrollan dentro de un marco dado que existen vínculos entre las diversas secciones de la obra. Algunas figuraciones se separan, ocasionalmente se usan en forma de fragmentos. De alguna manera, traté de escribir un tipo de música que separa la profundidad del pasado del abismo del futuro.

Al igual que el cine o la literatura, la música expresa las ideas de nuestra realidad, de forma quizá menos tangible que las anteriores pero que nos hablan de la realidad del individuo. A riesgo de ser eurocéntrico en esta ocasión hablé de un compositor suizo que se inspiró en la obra de un belga-francés, sin embargo tenemos miles de historias, procesos y sonidos a nuestro alrededor que están esperando ser sonados.

A mi parecer, la orquesta es un gran instrumento que se encuentra al borde de la extinción, “…ese compa ya esta muerto. Nomás no le han avisado”.

Por un lado, la manutención de las mismas por parte del estado esta en constante riesgo, a su vez por una falta de audiencia y desde mi perspectiva, por el anquilosamiento del repertorio, que poco se hace para que conecte con las nuevas audiencias. Así también por su renuencia al cambio de las músicas venideras.

En esta breve reseña me gustaría invitarlos a escuchar el primer movimiento de esta rola, son cuatro pero con que escuchen uno soy feliz, y escriban su experiencia, o lo que en su imaginación despertó.