La semana pasada fuimos a la inauguración de Machete, una pequeña galería en los bordes de la colonia Roma.
Machete abrió con dos exposiciones, una de Nicolás Bedel y otra de Ivana Brenner. La exposición de Nicolás Bedel, A un millón de años luz de casa, es un trabajo de introspección y experimentación que pocas veces se ve en galerías mexicanas. Lo que nos presenta es una serie de cuadros galácticos elaborados con pintura fotoluminiscente.
Gran cosa, ¿qué tiene de especial? Es interesante cómo esta serie parte del concepto de lejanía, cómo deja implícita la nostalgia y la saudade. En el brief, Bedel aclara que las imágenes pueden representar el espacio o el fondo del mar, territorios poco explorados por el hombre, que invariablemente remiten a lo remoto, la oscuridad y lo oculto.
Eso por un lado.
Por otro lado, el uso de pigmentos fotoluminiscentes le da varias lecturas a la obra. Estos pigmentos se cargan con la luz y brillan en la oscuridad, así que son varias las imágenes que presenta, siempre cambiantes, según las condiciones.
Vale la pena visitar Machete, se encuentra en Córdoba 25, en la Roma Norte, México DF. Es un espacio pequeño, pero muy íntimo y bien aprovechado. También encontrarán ahí la obra de Ivana Brenner, que es muy bella (lamentablemente no encontramos las fotos que tomamos. Prometemos volver a tomarlas y escribir algo al respecto).
Más información sobre la galería y el proyecto de curaduría en: //www.macheteart.com/