Un breve comentario antes del recap: Yo creí que sería el último en defender a The Walking Dead, pero hay demasiado odio ciego ahí afuera para la serie. Lo entiendo, yo también abandoné la cuarta temporada en cuanto se convirtió en Huckleberry Finn con zombies. Entiendo el hate, durante medio siglo Hollywood nos ha acostumbrado a películas de zombies muy rápidas, llenas de acción y sangre; el problema es que los formatos de una serie y una película son muy distintos.
Una película es como una postal, mientras que una serie es un viaje. En una postal tienes muy poco espacio para contener todo lo bueno de una ciudad. A menos que la película sea de Carlos Reygadas, aprovechará cada segundo para contar algo relevante a lo que ocurrirá en la siguiente escena. Durante un viaje, en cambio, tienes tiempo para entender la ciudad, puedes pasar por calles aburridas y sin atractivo, pero que te llevarán a las plazas y catedrales. Muchas veces, justo porque no tienen que gastar todo su presupuesto en una sola pieza de hora y media, las series toman riesgos que una película jamás se atrevería a correr.
No estoy defendiendo la segunda temporada de TWD, el mundo sería un lugar mejor si esa telenovela jamás se hubiera filmado, sólo digo que cuando la serie se toma tiempo para construir a sus personajes y dejarlos evolucionar, la experiencia es mucho más profunda.
La alternativa es Z Nation. ¿Vieron Z nation? ¡Qué montón de porquería! Básicamente son un montón de personajes unidimensionales pero mal actuados, pasando de un lugar común a otro en medio del Apocalipsis zombie que el cine ya nos contó un millón de veces. Preferiría ver dos horas de Hershell mascando tabaco que otro capítulo de esa basura.
Yo también odio a TWD por empezar cada temporada con acción, sólo para convertirse en un montón de caminatas y lloriqueos, pero el reto que tienen es difícil, básicamente tienen que desafiar la forma de una historia que nos han contado desde 1968.
¡VIENEN LOS SPOILERS!
En la primera escena de este capítulo algunos prisioneros, al parecer los primeros habitantes de Terminus, se lamentan de haber puesto los letreros para atraer a más supervivientes ¿Quién diría que aún en el fin del mundo habría gente mala? Con puros fines narrativos, eso es todo lo que nos dan por el momento, está bien, están en su derecho.
La narración brinca al presente y vemos a Rick y sus amigos confeccionando armas con la ropa y los objetos que tienen a la mano. Es un momento badass, te habla de determinación y coraje, pero si lo consideras junto al final de la temporada pasada, toda la escena es bien chistosa.
Resumiendo: los supervivientes de la cárcel son engañados y los encierran en un vagón de tren. Rick voltea a verlos para decir “Se sentirán muy estúpidos cuando vean con quién se metieron” y juntos se ponen a convertir sus hebillas y zapatos en armas improvisadas. Oyen voces a lo lejos, se preparan para pelear, es momento de ver a nuestros héroes en acción… y les tiran una bomba de humo.
Luego de eso, básicamente todo lo que ocurre es obra del destino.
En una entrevista le preguntaron a George R.R. Martin por qué le gustaba matar a los personajes principales en sus libros. Él respondió que, cuando ves una serie o lees una novela, hay momentos en los que el héroe está en peligro, y temes un poco, pero en el fondo sabes que estará bien. En cambio, cuando te has enfrentado al desapego emocional de RR Martin hacia sus personajes, sabes que cualquier escena puede ser la última en la que verás a tu personaje favorito, y sientes miedo, el mismo miedo que toda una vida de exposición a la cultura pop había logrado matar.
TWD es una serie mucho más tradicional. Nuestros héroes son arrastrados a una carnicería con cuerpos humanos colgados de los techos, pero en el fondo sabremos que estarán bien. Glenn, Rick y Daryl son colocados de rodillas frente a una tina de acero y, convenientemente, otros tres personajes súper fundamentales están antes que ellos en línea para ser ejecutados.
¿Recuerdan el episodio de Los Simpsons en el que anuncian que uno de los personajes morirá al final? Decía algo como “Cualquiera puede morir hoy: Marge, Homero, Bart, o Harry”. Claro que nunca antes habíamos visto a harry.
Con la determinación del aburrido empleado de un rastro, los malos golpean la nuca de sus víctimas sin nombre y les cortan la garganta, uno a uno. La sangre corre por la tina hasta la coladera, nuestros héroes son víctimas impotentes de una operación profesional. Estoy a punto de volverme vegano cuando el bat de acero se levanta detrás de la nuca de Glenn… y, convenientemente, entra Gareth, el líder hippie de los malos, para preguntar sobre alguna hoja de reportes que neta no podía esperar ni diez segundos.
Rick lo encara, seguro de que los dioses de la trama están de su lado. En el mundo real, el optimismo iracundo con el que enfrenta a la muerte inminente, sería señal de un valor que sólo le atribuimos a los héroes que luchan hasta el último aliento. Pero no, Rick sabe, y claro que nosotros también sabemos, que no morirá en el primer capítulo de la temporada. Esto no es House of Cards, maldita sea.
Gareth, por otro lado, no vio mucha televisión antes del colapso de la sociedad y le dice a sus secuaces que prosigan. Inmediatamente se oyen disparos y a lo lejos una explosión. Los captores se dispersan y nuestros héroes tienen unos minutos más para ejecutar su escape. ¿Quién lo habría dicho?
A lo lejos, Carol, Tyresse y Judith (AKA, Lil’ Asskicker) escapan de una multitud de zombies cuando los disparos de la temporada pasada distraen a los caminantes. El momento más interesante del capítulo sucede cuando capturan a Martin, otro habitante de Terminus. Él trata de advertirles que no es su enemigo, que al final del camino encontrarán comida y refugio, pero Carol y Tyresse seguro vieron los trailers de la nueva temporada, porque no confían en la misma farsa por la que cayó el resto de su grupo.
Martin es atado en una cabaña mientras Carol sale a interpretar a John Rambo y Tyresse se queda a cuidar al bebé. ¡Equidad de género, FTW!
Para matar el tiempo, el prisionero le confiesa a Tyresse que él no tiene amigos, sólo idiotas con los que sobrevive. Él solía ser un tipo cualquiera que veía fútbol los domingos e iba a la iglesia. Sus pasatiempos del pasado parecen ridículos a lo lejos, detrás de las atrocidades que el desastre lo ha obligado a cometer ¿Qué le queda de esa vida ahora que se ha acostumbrado al caos?. Tyresse le dice que él no se ha acostumbrado, Martin cree que eso lo convierte en una persona buena y eso iba a terminar matándolo, como si la moral tuviera algo que ver con toda esa situación. Segundos después una horda de zombies amenaza con entrar a la cabaña y Martin aprovecha la distracción para tomar a Judith de rehén. ¿Ven? Ya no es un villano actuando mal porque es intrínsecamente malvado, él ya admitió haber abandonado todos sus principios para sobrevivir,lo que ocurre ya no es un pretexto para incluir otra escena de acción, es como las cosas tenían que ocurrir.
Tyresse sale de la cabaña y desde adentro sólo se le oye luchar con los zombies. Un golpe en la puerta, un grito y de pronto sólo el rumor tranquilo de un zombie acompaña al silencio. ¿Habrá muerto Tyresse?
Ese es uno de esos momentos que nunca vemos en cine. En una película sólo los villanos principales tienen derecho a ser personajes grises, con moral y motivos propios, el resto son sólo secuaces anónimos que matan gente porque son malos y ya. Por eso nunca vemos a un stormtrooper preguntándose si el Imperio estará haciendo lo correcto al atacar a los planetas rebeldes, ellos sólo existen para fallar tiros y ser asesinados por los héroes.
A lo lejos, en Terminus, Carol protagoniza el momento más badass de todo el capítulo. Empapada de sangre de zombie para pasar desapercibida por los caminantes, primero hace estallar un tanque de gasolina para abrir un agujero en la reja que defendía Terminus. Luego, con un par de rifles en la espalda, baja la colina para darle a los fans de la serie la violencia por la que tanto han bitcheado durante cuatro temporadas.
No sabía lo mucho que quería ver zombies en llamas hasta ese momento. Rick y la pandilla han logrado liberarse y aprovechan el caos para abrirse paso hasta el vagón donde está el resto de los prisioneros. Podría haber visto horas de esa masacre, no sé a qué se deba, pero hay pocas cosas tan satisfactorias como ver a los caníbales siendo devorados por los zombies, y los guionistas lo saben porque en ese episodio vimos a muchos caníbales devorados.
Hubo muchos muertos, pero al final ninguno del que supiéramos su nombre. Carol se reúne con el grupo y de pronto surgen muchas dudas. ¿Sentirá algún rencor hacia Rick por dejarla a su suerte? ¿Continuará la tensión sexual entre ella y Daryl? ¿Por qué en cuatro años no le ha crecido más el pelo?
No imagino ser Tyresse al final del capítulo, cuando encuentra a sus viejos amigos mientras trata de lidiar con el conflicto moral que le ocasionó haber matado a Martin; ¡Pero a nadie le importa! ¡Judith sigue viva! ¡Vamos todos a Washington, salvemos al mundo!
¿Recuerdan a Beth? ¿Qué será de esa niña que cantaba tan bonito? ¿Creen que Gareth habrá muerto cuando Rick le disparó en el hombro? (obvio no). Al final del episodio una figura enmascarada recorre en solitario los bosques llenos de zombies, voltea a ver a la cámara y, le habrá dado calor o algo, porque se quita la máscara para revelar que es Morgan, el primer amigo de Rick durante el apocalipsis. ¿Llegará a encontrarse con nuestros héroes? (obvio sí) Dada la condición mental en la que lo vimos la última vez, ¿Será aliado o enemigo?
TWD no deja de hacerme sentir como víctima de violencia doméstica. He soportado mucho: capítulos aburridos, diálogos idiotas, personajes insufribles; pero un capítulo más o menos bueno fue suficiente para hacerme creer que puede cambiar, que tal vez ahora sí va a hacer las cosas bien y volveremos a amarnos como antes, en la primera temporada.
No hagas lo que siempre haces, TWD. Si quisiera ser decepcionado por un montón de mugrosos sin futuro, me pondría en contacto con mis amigos de la secundaria.